Recientemente
la sección sobre desarrollo del periodico The Guardian (creada en 2010, y
financiada, en buena medida, por la Fundación Bill y Melinda Gates) reunió a dos
de los expertos más reputados en materia de desarrollo para hablar sobre cuál
ha sido la historia del combate a la pobreza en la última década, así como cuál
debería perfilarse como el sustituto de los Objetivos del Milenio (MDG) después
del 2012. Los especialistas convocados provienentes de la India, son dos figuras
importantes aunque difieren un poco en su enfoque sobre el desarrollo: Jayati
Ghosh es profesora de economía de la Jawaharlal Nehru University en Nueva Delhi,
mientras que Abhijit Banerjee es profesor del Massachusetts Institute of
Technology y uno de los autores del afamado libro Poor Economics (pronto
hablaremos sobre este libro). Además participaron Sarah Boseley, editora del Guardian's
health; y Mark Tran, reportero sobre temas de desarrollo global.
Se
pusieron muchos temas interesantes sobre la mesa, principalmente, las
implicaciones del anuncio reciente del Banco Mundial en materia de reducción de
la pobreza, de acuerdo con sus estimaciones, y que resalta el logro de reducción
de esa meta a la mitad en el año 2010 ―a pesar de que mil millones de personas
seguirán viviendo en condiciones de pobreza para 2015 (véase primera entrada de
este blog). Vale la pena señalar, pues, las principales visiones planteadas en
este debate. Lo cual resulta pertinente de cara a las siguientes entradas que
haremos en este mismo blog (hay muchos puntos que resaltar). De esta forma, los
argumentos planteados se pueden agrupar en los siguientes puntos:
Combate a la pobreza:
(a) Para Jayati Ghosh se destacan tres metas de
los MDG, en su primer objetivo, esto es, pobreza de ingreso, empleo y nutrición,
de las cuales, las dos últimas han experimentado un franco deterioro: existen
más personas hambrientas, en tanto que el empleo vulnerable ha aumentado; y lo
que es peor el empleo decente no ha crecido. Para Ghosh en una visión macro ―y
a fin de dar ciertas pautas que den luz al tema―, los países que más han
contribuido a reducir la pobreza de ingreso son aquellos que han diversificado
sus fuentes de empleo y que han logrado moverse de los empleos de bajo valor añadido.
En el caso de Abhijit Banerjee ―basándose en las conclusiones del libro Poor
Economics―, defiende la idea de la no existencia de una sóla receta que combata
a la pobreza, y que haciendo bien la serie de pequeñas cosas se puede conseguir
algo. Por ejemplo, existen pautas para el éxito: a mejor calidad de la educación
de un persona, mejor su calidad de vida en el futuro. Esto no quita, desde luego, peso a otros
factores que han surgido, esencialmente, a la incertidumbre y los aspectos imprevisibles. Para Banerjee, el caso de China, ejemplifica lo anterior, ya que
su “modelo” no se puede replicar, y es inexplicable a la luz de la teoría económica
ortodoxa.
Papel de la Ayuda Internacional:
(b)
Ghosh considera que el papel de la ayuda no
es muy importante, ya que el mejor desempeño de los países en desarrollo se ha
dado en aquellos que dependen menos de la ayuda (en este sentido se acerca más
al enfoque de Dambisa Moyo de dar más peso al comercio y a la menor dependencia
de la ayuda como elemento “liberador” de los pueblos). Banerjee asume la
posición contraria, ya que, para él, la ayuda promueve la generación de soluciones
consensuadas y de inclusión, además de que tiene un potencial de innovación
importante, que no debe ser minimizado.
El papel del Estado:
(c) Banerjee subraya que, a pesar de lo planteado
anteriormente, la razón de la reducción de la pobreza proviene básicamente de
lo sucedido en China e India (esto es, la fuerte expansión económica de la que
han gozado). Ghosh considera que el papel del Estado es relevante y no es
cierto que sea una incognita la evolución de China en los últimos 25 años. Las
fuertes tasas de inversión (en torno al 42 y 45%) explican en buena medida
tasas de crecimiento arriba del ocho por ciento en este país (un símil del
modelo dual de A. Lewis). Las preguntas para ella son: ¿qué sucede con los
paises que no pueden imprimir esta dinámica? y ¿es realmente recomendable tener
un tipo de crecimiento de este tipo? La réplica de Benerjee a este punto se
centra en resaltar que es una incognita saber cuál es la formula para que un
país de bajos ingresos, como China, sea tan eficaz en su sistema impositivo, y así financiar tasas de inversión de tan alto nivel; aspecto que no han podido
lograr otros países como Brasil. De ahí lo especial e irrepetible del caso
chino.
Países de Renta Media:
(d) Ghosh y Banerjee concuerdan en que uno de los
grandes retos para el desarrollo de países de rentas medias ―donde vive la
mayor parte de gente pobre en el mundo― es hacer viable la opción de que importantes
segmentos de población empleados por cuenta propia ―en sectores agricolas y no
agrícolas― tengan acceso a crédito, infraestructura, condiciones decentes de
empleo, etc. En el caso de Ghosh, no obstante, la respuesta no pasa por soluciones
tecnocráticas, se necesita un paquete completo de mayor acceso a información y
tecnología, de la mano de la mejora de las estructuras sociales y políticas.
Banerjee, por su parte, disiente, ya que en su mirada la solución tecnocrática
no es incompatible, sobre todo en apectos muy especificos (apoya en este
sentido, la identificación biométrica para transferir recursos a los más
pobres), y ve menos factible cambios de gran calado.
Escenario post 2015:
(e) Ghosh considera que debe ponerse el énfasis
en seguridad alimentaria y empleo. Los dos grandes perdedores de la estrategia
de desarrollo (en el primer objetivo del que se ha hablado), y que emergen como
las dos grandes preocupaciones del mundo en desarrollo. Benerjee, está de
acuerdo, aunque para él seguridad alimentaria no debe ser el término sino todo
lo que involucra la nutrición infantil, además del tema de agua potable.